
Cabe destacar la crudeza de los hechos
que se relatan, para un libro del campo de la literatura juvenil. Su trasfondo
es bien hondo, puede dar pie a numerosas reflexiones y debates. Sin embargo, la
autora utiliza un estilo sencillo y claro. En relación con otras obras que
puedan tratar temas similares, Anne Bondeaux escatima en el empleo de
adjetivos, en ciertas situaciones, para hacer el desarrollo de la obra más
fluido, intenso, y si cabe más duro, ya que rompe con la tendencia habitual de descripción.
El narrar los conflictos internos de los personajes de esa manera tan sobria es
uno de los rasgos característicos de esta obra, totalmente recomendable por mi
parte.
Creo además, que el diseño del propio
libro va acorde con la sensación que se pretende transmitir a los lectores. Esa
pretendida estructuración del texto, con amplios interlineados y letra relativamente
mayor al resto, no hacen que esta obra se quede en lo superficial, sino todo lo
contrario.
Para apoyar mis argumentos mencionaré
algunos acontecimientos de la historia, para mí destacables.
· En primer lugar,
se recrea en la historia un paisaje extremo de Chile, un ambiente singular por
las dificultades que presenta para hacer vida, y solo visitado por aventureros
o por especialistas en alguna disciplina científica que se desplazan hasta allí
para investigar.
Pues bien, en esta zona poco concurrida
se encuentra la casa de Paolo Poloverdo, un niño que vive con sus padres y que
apenas tiene contacto con el exterior, exceptuando los esporádicos encuentros
con los visitantes viajeros. Fue una mala coincidencia que un día se dirigiese
a la casa un reo huyendo de la justicia, que asesinó a sangre fría, con su
navaja, a los padres de Paolo, dejando al niño con vida. Este es el primer
punto de inflexión de la obra. A partir de este momento se crea uno de los vínculos
afectivos más bonitos, que, personalmente, he conocido en toda mi vida. El asesino,
un hombre cruel y fugitivo, nunca había sido querido, y el estar en continua
busca y captura por la policía no le permitía asentarse por tiempo indefinido,
ni estableces relaciones personales. Así, el asesino y el niño, necesitados
mutuamente de afecto (en el caso de Paolo el cariño que solicita un niño de
seis años), comienzan a quererse y el asesino, Ángel alegría, cambiará
rotundamente su forma de actuar conforme este vínculo crece.
· También son destacables
en la historia los celos que tiene Ángel de un nuevo compañero, Luis Secunda,
un hombre culto, rico, bien educado, que todavía no ha encontrado su lugar en
la vida. Ángel, temeroso de que Paolo decidiese querer más a Luis por hacer las
cosas que él no conocía (leer, escribir, contar relatos agradables, resolver
las inquietudes del niños, etc,) pensó más de una vez en acabar con su vida,
pero con eso perdería el cariño de Paolo y comenzaría de nuevo la espiral ruin
que era su vida.
· Ocupa gran
importancia en la historia el mundo interno de Paolo, una mente limpia, clara y
diáfana en ebullición, que abordará aspectos como la amistad, el sentimiento de
cariño a Ángel, la amistad con Luis, la sorpresa al conocer “mundos nuevos”
(como fue para él entrar en un banco por primera vez, visitar un pueblo o
asistir al mercado), el recuerdo de sus padres, que no hicieron mucho por él,
etc.
Estos y más aspectos, sobre todo la inocencia del
niño y el carácter de Ángel, son especialmente sorprendente a primera vista. En
mi opinión, debería recomendarse esta obra en los cursos de ESO, principalmente
en 3º y 4º. Debe tomarse en serio su lectura desde el principio, ya que así se
podrá descubrir un verdadero tesoro escondido en su interior.
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Esta obra demuestra eso de que no es
cantidad sino calidad. En sus 190 páginas te transporta a Chile, donde tiene
lugar la historia, puedes ver las cabras, la bruma provocada por el polvo del
desierto donde está construida la casa de los Poloverdo… La verdad es que parecía
que entrabas en la mente de los personajes, los monólogos interiores hacen que
veas lo que piensa cada personaje…
En cuanto a la historia, me encantó. Alegría,
pena, miedo… miles de emociones juntas. Nunca un libro me había empañado los
ojos. Si alguien me pidiera que dijese cual es la parte que más me gustó, no
sabría decirlo. La novela en sí, en su totalidad, me encantó. Pero los tres últimos
capítulos me hicieron sufrir, reír, emocionarme… Quizás esté poco acostumbrado
a leer este tipo de novela, pero he de decir que un libro puede hacer más daño
en el corazón que cualquier arma.
Cuando leí la última palabra, me quedé
asombrado, y preguntándome si estaría basado en una historia real. Aún debo
averiguarlo.
La parte que más me impresionó fue la
muerte de los Poloverdo a manos de Ángel. Creí que mataría a Paolo. Pero no. Ángel,
a lo largo de la novela, aprendió a querer al crío, como si de un padre se
tratase. Era al único que pudo hacerle una promesa, o decirle palabras tan
imposible como “siempre” o “nunca”. Además, Paolo le quería, y le consideraba
un padre para él.
También, a la marcha de Luis, al
abandonarles, mostró la fuerza que posee el amor. Y no solo en las novelas. Esta historia
podría haber sido real en su totalidad. Muestra cómo de un momento a otro se
tuercen las cosas, pero que por imposible qu parezca se pueden torcer aún más.
Si lo tuviese que comparar con cualquier
otro libro, no podría. Ahí me falta cultura. Pero lo que me hizo sentir fue más
o menos lo mismo que El niño con el pijama de rayas. La única diferencia
es que este libro te va matando poco a poco, casi es un tortura, y en El
niño… sólo es el final.
Hay una parte en que se siente realmente
el dolor del niño. En el acantilado de Punta Arenas, cuando intenta suicidarse
y Ángel se lo impide. Allí él le reprocha todo, la muerte de sus padres, el
zorro que le había regalado, sus enfados cuando no quiere que Luis le enseñe a
escribir… Y entonces la contestación de Ángel fue “Porque te quiero".
A mí eso
me destrozó, me hizo un nudo en la garganta que pensé que difícilmente se
desharía.
(Cristian Menéndez Fernández. El Entrego. 4º ESO)
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