23 de junio de 2013

EL HILO DE LA ESPERANZA

El proyecto surgió tras la lectura del álbum El hilo de la vida, de Davide Cali y Serge Bloch, en Ediciones B; aquí se puede ver el libro original página a página. 
Nos llevó su tiempo y costó rematarlo, pero al final lo logramos y este es el resultado. Los autores son las alumnas-os de 4º ESO A.















17 de junio de 2013



OTRO MUNDO ES POSIBLE

Sólo el amor puede cambiar el mundo 


el odio goza de muy buena salud 
gobierna las naciones 
regula los mercados 
engrasa la maquinaria del poder 

sólo el inesperado y fugaz destello del amor 
puede iluminar de nuestra vida el lado 
oscuro 

francotiradores del amor 
disparad 
disparad 
disparad aunque sea al aire.

(“Sufrir en público”, Ferran Fernández)

10 de junio de 2013

MINIATURA, NOSTALGIA, MAGIA... FOTOGRAFÍAS PARA SOÑAR

Zev sólo tiene 13 años de edad  y Nellie, su hermana de 17, es su asistente. Juntos crean y producen magia, su talento y sensibilidad son maravillosos.

PARA VER MÁS OBRAS SUYAS.





MARAVILLOSA ORQUESTA

"NO TENEMOS QUE DESECHAR LAS COSAS TAN FÁCILMENTE, NO TENEMOS QUE DESECHAR A LAS PERSONAS TAN FÁCILMENTE."


9 de junio de 2013

EPIDEMIA

Se decía en los cafés, en las plazas, en los mercados: las palabras están muriendo. 

Murio Eucalipto, murió Colectivo, murió Paraguas, tan querida por todos. Murió Curioso y murió Rebelión. Murió Ditirambo, pero a pocos importó, porque pocos la conocían. Agonía tuvo una muerte coherente, larga y dolorosa. Al entierro de Pan acudieron millones en masa.


Caían por docenas, contagiadas.
Alarmadas, las autoridades racionaron las palabras. Cada ciudadano podrá utilizar treinta al mes. Se persiguieron las perífrasis y los circunloquios, se declararon proscritos los rodeos: el lenguaje se volvió exacto, los oradores, cirujanos. Los locuaces fueron encarcelados y puestos a disposición de los jueces en vistas que nunca más volvieron a ser orales. Incomunicaron a los charlatanes y los mudos se erigieron al fin en modelos sociales, pero lo celebraron en silencio.

Se pusieron de moda las medias palabras. Los enamorados aprendieron a decírselo todo con la mirada, los amantes, con las manos.

Lingüistas, académicos y semiólogos trataron de explicar el origen de la epidemia, pero no encontraron las palabras.


Y el lenguaje se llenó de ausencias. Los diccionarios se convirtieron en cementerios: morgues de papel alfabéticamente ordenadas, necrológicas encuadernadas de la A a la Z.

En secreto, los enamorados guardaron diez, doce palabras, para decírselas en el momento exacto.
También los poetas hicieron provisión. En un sótano húmedo, sin ventanas, amontonaron trescientas palabras. Se sabe que entre ellas estaba Mañana, estaba Mantel, estaba Esperanza. Y se sabe también que, apostados sobre ellas con sus rifles, se aprestaron a defenderlas con la vida.

(Fernando León de Aranoa, “Aquí yacen dragones”)