CÓMO SE HIZO EL VÍDEO
Atraviesas el tiempo
sin esfuerzo y siempre
me persigues, siempre
con aquellas tardes
tan felices como afiladas
se clavan ahora.
No sé dónde estás
pero tu acento surge
del horizonte y yo me giro, te grito,
pero tú no me oyes.
Nunca me oyes a mí.
Y cuando quiero olvidarte, estás
si yo no quiero verte,
cuando no salgo en tu busca
te presentas insistente
una vez, y otra, y otra
hasta que logras convencerme
que te posea de este modo,
sólo para devenir ausente
-viento entre mis manos -
y dejar mi deseo viendo esclavo
tu alado desvanecimiento.
Y ahora que no estás,
es cuando quiero tenerte.
En un juego cruel me incitas
a buscarte en cada brillo,
en cada halo, en cada senda
a perseguir extrañas huellas
que nunca llevan, tú lo sabes,
a ninguna parte de ti,
que sigues ahí, inexistente,
y tan presente como el dolor,
color de la noche
con pequeñas estrellas de placer.
Ese es tu ser:
invulnerable y frágil,
ausente y amante.
(José José Luis Torrego)
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